Comunicadores de Pilar son amenazados

PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Los comunicadores que se desempeñan en radioemisoras Carolina Altamirano y Blas Zenteno, que realizaban una investigación sobre el ordeño de combustibles de embarcaciones fluviales en la zona, denunciaron a este medio que fueron amenazados por los delincuentes y señalan que temen por sus vidas.

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Los trabajadores explicaron que en plena tarea periodística y cuando captaban imágenes de la acción de los ordeñadores en Pilar, Blas Zenteno fue amenazado a punta de pistola por uno de ellos.

Los dos lamentaron que en ese momento y a pesar de las llamadas a la Policía Nacional sus agentes no acudieron para auxiliarles ni capturar a los delincuentes. “Es un intento de homicidio, se deberían urgir la investigación del tema y proteger a los ciudadanos que denuncian”, dijo Zenteno.

Expresó que hace 15 días han ofrecido los materiales de la investigación y que hasta ayer no han obtenido respuestas. Afirmó que el Ministerio de Industria y Comercio debería verificar la cantidad de gasoil que es transportada mensualmente a Pilar. Señala que en esa ciudad figura que operan emblemas fantasmas y que los ordeñadores accionan alevosamente, “lo que es una bofetada para las personas honestas de esta ciudad”.

Indicó que se ha llegado al extremo de que en el departamento de Ñeembucú los ilícitos son considerados trabajos lícitos para la gente.

“La corrupción, el narcotráfico y la narcopolítica también están presentes en Ñeembucú, donde vemos candidatos y algunos intendentes actuales con frondosos antecedentes”, manifestó Zenteno.

Los comunicadores afirmaron que la gente honesta vive amordazada y que los vecinos que ven diariamente la actividad de los malvivientes no se animan a denunciar porque esa clase de acción puede significar la muerte de los denunciantes o sus familiares.

Carolina Altamirano expresó que los organismos de control hacen caso omiso a la denuncia que habían presentado, lo que hace presumir que los delincuentes contarían con respaldo de alto nivel. “A pesar de que mi marido fue víctima de intento de homicidio, esto no trascendió, no se investigó”, dijo. Se quejó de que no se realice correctamente la pesquisa a pesar del daño y perjuicio que ocasionaron al vehículo de los comunicadores y la amenaza que recibieron. “Ahora los delincuentes custodian nuestra casa, nos siguen por todos lados y ven lo que hacemos”, refirió.

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