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Según González Fleitas, quien debe recibir una sanción ejemplar de la justicia es el vendedor de automóviles usados individualizado como Aníbal González Farkas, quien será sometido a juicio oral a partir del 21 de noviembre del presente año por el Tribunal de Sentencia integrado por las magistradas Alba González, Gloria Hermosa y Blanca Gorostiaga.
El proceso oral será en el marco del expediente caratulado “Aníbal Osvaldo González Farkas sobre apropiación”, contó nuestro interlocutor antes de relatar la experiencia negativa que le tocó vivir con el ahora procesado cuando era propietario de una playa de venta de autos.
Antecedentes
Fue a fines del año 2009 cuando “Aníbal González Farkas nos vendió un coche Mercedes Benz modelo 1987 por 17.000 dólares”, contó González Fleitas. Relató que para la compra y el retiro del vehículo entregó US$ 2.000 y firmó tres pagarés de US$ 1.000 más 20 pagarés de 600 dólares.
Horas después de ser adquirido, el rodado sufrió una avería que fue motivo de un reclamo ante el vendedor, quien ofreció y entregó “prestado” otro automóvil de menor valor durante el tiempo que se prolongue la reparación del primero. Para la supuesta refacción entregó G. 3.500.000, dijo.
Para retirar el coche ofrecido por el vendedor, que era de la marca Toyota Raum, “nos solicita firmar un nuevo contrato”, y finalmente rubricado resultó en un engaño porque luego de promesas y otras maniobras, el convenio resultó ser un documento en el que el comprador asumía nuevos compromisos financieros con González Farkas, manifestó. “Sin percatarnos, y engañados, firmamos el nuevo contrato”, agregó.
Cuando se plantea la devolución del Mercedes Benz, debido al tiempo transcurrido, González Farkas, en represalia por los reclamos, utiliza los pagarés firmados por el afectado y promueve contra él sendas demandas civiles, logrando embargos y hasta inhibiciones así como un vía crucis judicial que se prolonga por más de cuatro años, dice González Fleitas.
Y así, de comprador de buena fe, nuestro visitante se convertía en demandado y sufrió el embargo de su sueldo, de sus bienes y padeció además otras medidas hasta que finalmente logró demostrar que quien fue su vendedor en realidad es un presunto gran estafador con conexiones en el Poder Judicial, según señala el accionante.
Cabe recordar también que muchos ciudadanos optan por comprar vehículos ofrecidos en playas de venta sin hacerlos revisar previamente por un mecánico de confianza y en varios casos se encuentran con sorpresas desagradables días después.