Comisario pide apoyo a Embajada de EE.UU. para que lo restituyan en el cargo

Un comisario desató una nueva crisis en la Policía Nacional al pedir la intermediación de la Embajada americana ante el comandante Críspulo Sotelo con el objeto de recuperar su cargo de jefe antiterrorismo, del cual fue despojado como varios otros de sus camaradas para hacer el curso que los habilitará para el ascenso a comisario general inspector.

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El uniformado responsable es el comisario principal Carlos Humberto Benítez González, mejor egresado de la promoción 1991 de la Academia de Policía y quien prácticamente se perpetuó hace varios años en la Secretaría de Prevención e Investigación del Terrorismo (Seprinte), cuya sede está ubicada a una cuadra de la Academia de Policía en Luque. Jerárquicamente esta depende de la Comandancia, pero es solventada por la Embajada de los Estados Unidos.

Desde su creación hasta la fecha no se ha conocido algún operativo importante de la Seprinte en la lucha contra las bandas trasnacionales que operan en las fronteras compartidas especialmente con el Brasil y la Argentina.

Benítez va por su tercer año en su actual rango y a finales del año pasado, como decenas de otros comisarios principales, se inscribió para tantear la posibilidad de hacer durante todo este año el curso de Magíster en Ciencias Policiales (MCP), obligatorio para acceder a otros cargos más relevantes y para ser nominado como comisario general, cuando le toque el turno a su remesa.

Sin embargo, aún sabiendo que si ingresaba al curso tenía que dejar su cargo, como todos los otros, el uniformado al final efectuó varias maniobras para tratar de seguir en su puesto en la oficina de Antiterrorismo.

Una de las estrategias que implementó fue nada menos que acusar al comandante comisario general Críspulo Sotelo, con las autoridades de la Embajada de los Estados Unidos, que “patrocina” e incide directamente en la Seprinte.

Según los datos, Benítez alegó a los americanos que él es indispensable en dicha unidad y que ya hizo planes y proyectos para lo que resta del año, por lo que supuestamente tiene que seguir como jefe. Los americanos, por su parte, habrían contactado al comandante Sotelo para que repusiera a Benítez, pero el jefe de la Policía supuestamente se plantó y advirtió que no cedería en su resolución, ya que varios otros comisarios que ocupaban puestos sensibles fueron cambiados por el mismo motivo del inicio de curso de ascenso y no protestaron.

Esta situación agravó la crisis por la que atraviesa la Policía y que se desató hace un mes, cuando se detectó la venta de las respuestas de los exámenes de ingreso para la Academia de oficiales y el Colegio de suboficiales, cometida presuntamente por los propios efectivos de la dirección general del Instituto Superior de Educación Policial (Isepol).

Por de pronto, Benítez tendrá que empezar hoy el curso de MCP junto a sus otros camaradas, a quienes les tocará ocupar cargos de la cúpula policial recién en tres o cuatro años, cuando lleguen a la antigüedad necesaria.

El comisario principal Benítez se maneja con mucho sigilo por el cargo que ocupaba. Sus datos de contacto no son accesibles, por lo que nos fue imposible comunicarnos con él. Quedamos atentos a su llamado para una entrevista sobre esta cuestión que le atañe.

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