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El penal tiene una capacidad para unos 900 internos, sin embargo, actualmente cuenta con unos 1.650 presidiarios y muchos de ellos serían miembros de peligrosos grupos criminales como el Clan Rotela y el Primer Comando Capital (PCC).
Para controlar a los 1.650 reclusos se tienen disponibles solo 19 agentes penitenciarios por turno, que rotan en un promedio de 8 horas por día.
Esta situación hace que en una pequeña celda para 2 personas sean acomodados 4 reclusos que deben compartir las camas habilitadas y otras dos improvisadas, para poder descansar.
Los pabellones en donde se encuentran los reos más peligrosos son tomados como territorio de los grupos criminales y en caso de que se genere un motín sería prácticamente imposible para los agentes penitenciarios controlar la situación. Se estima que hay unos 150 bautizados al grupo criminal PCC, dentro de la cárcel.
El director de la penitenciaria, Quintín González, aseguró que no existe peligro de amotinamiento y que tienen bien controlada a la población penal. Empero, reconoció las precariedades de la misma.