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El querellante solicita a Morga una composición de G. 1.000 millones, mientras que en el caso de Betnaza deja a criterio de la jueza María Luz Martínez, quien resultó sorteada para atender el caso.
El exarquero alega que en el medio de la tensa negociación por el traspaso de Juan Manuel Iturbe, los dos empresarios lo tildaron de “ladrón de jugadores de Cerro Porteño” y que por eso se vio agraviado en su honor y reputación. Chilavert dijo que con estas querellas solo busca limpiar su apellido, porque con los dichos perjudicaron su imagen, ya que es conocido internacionalmente.
La querella en ambos casos es por difamación, calumnia e injuria, que tienen penas de multa y hasta dos años de prisión.
“Yo no soy ladrón, no robé a nadie, solo asesoré a la familia Iturbe y creo que hicieron lo que yo les dije, porque acá en nuestro país cualquiera te puede insultar, te puede faltar el respeto y mi apellido tiene un prestigio internacional, solo busco limpiarlo”, señaló el exarquero.
La mediación de Betnaza y Morga se volvió a fijar para el martes 19 de junio.