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Entonces, según el cambio de aquel día, el botín robado por los asaltantes asciende a G. 8.546.121.400, se informó.
Desde un primer momento se habló de unos G. 9.000 millones, aunque oficialmente ayer se confirmó la cantidad exacta.
El asalto a la sucursal del BNF de Villarrica fue materializado por una banda integrada al menos por cinco maleantes, uno vestido de traje y otros de parapara’i.
Hasta ahora, la Policía y la Fiscalía identificaron a cinco sospechosos.
El líder de la gavilla sería Juan Carlos Zeballos Bogarín (33), alias Carlos Rico, un conocido asaltabancos que opera en Ciudad del Este, además de Ramón Acosta Rojas (46) y Ricardo Ibáñez Patiño (42). Este último fue involucrado en el reciente supuesto asalto a la azucarera Friedmann, también de Villarrica.
La lista de buscados sigue con Venancio Chaparro Mendoza (35) y Diego Alberto Martínez Cáceres (27), quienes al igual que los otros sospechosos registran frondosos antecedentes por robo a mano armada.
Un equipo especial de agentes de Investigación de Delitos de Asunción, además de efectivos de Investigaciones de Guairá, están a cargo de las pesquisas.
La fiscala del caso es Mirna Rivas, quien hasta ahora no ha facilitado ni al BNF una copia del video del circuito cerrado, que registró todo el desarrollo del millonario robo.
Barren cúpula policial local
A raíz del multimillonario asalto al BNF de Villarrica, el comandante de la Policía, Aldo Pastore, destituyó ayer al jefe de Policía de Guairá, Pablino Vera, y al jefe de Orden y Seguridad del mismo departamento, Silverio Méndez. En sustitución de Vera fue designado Miguel Anoni, y en vez de Méndez fue nombrado Vidal Rafael Rolón.
Anoni, quien había sido gravemente herido en la masacre de Curuguaty, venía desempeñándose como jefe de Orden y Seguridad de Central, cargo ahora ocupado por Adalide Brizuela. Por su parte, Vidal Rolón era el jefe de la comisaría 1ª de Caacupé.
El comando institucional de la Policía dio a conocer ayer algunas otras movidas en sus filas.