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El caso de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú es el más preocupante, pues a pesar de que su capacidad es de 1.530 personas, alberga actualmente a 3.414 reclusos (solo 956 tienen condena). Similar situación se observa en la Penitenciaría Nacional de Ciudad del Este, cuya capacidad es para 636 internos, tiene 1.382 –más del doble de su tope– de los cuales solo 223 están condenados.
En setiembre de este año entra en vigencia la Ley N° 5863, que establece la implementación de los dispositivos electrónicos de control. Sin embargo, esta medida que podría mitigar el hacinamiento común a las cárceles de todo el país, difícilmente pueda ponerse en práctica, pues no hay avance alguno en lo que respecta a creación de las condiciones necesarias para su ejecución. Más datos sobre el caso, en la edición de hoy del Semanario Judicial.