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La cárcel regional de Ciudad del Este inicialmente fue edificada para albergar a 400 internos. Sin embargo, ahora el penal cuenta con 953 reclusos, más del doble de su capacidad real, lo que genera un abrumador hacinamiento dentro los nueve pabellones cuyas estructuras se debilitan progresivamente, según confirmó ayer el director del reclusorio, Julio César Landaida.
La situación de esta penitenciaría no es diferente a de las demás cárceles del país. De los 953 internos, solo 101 están condenados; el resto se encuentra bajo proceso judicial.
Las carencias también son las mismas. El reclusorio solo cuenta con dos vehículos para efectuar los traslados de internos para más de 40 comparecencias diarias, en los diversos juzgados de la región.
Otro dato confirmado por Landaida es que el penal cuenta con 40 guardiacárceles, que se distribuyen el trabajo en tres turnos de 24 horas cada uno para mantener bajo control los pabellones. Esto implica que en la penitenciaría regional de Ciudad del Este, hay un guardia por cada 80 internos, aseguró Landaida.
Pese al terrible hacinamiento y la presencia de internos aquejados de diversas enfermedades crónicas, el sitio solo cuenta con una sanidad, donde tres licenciados en enfermería atienden los casos leves. En tanto que los enfermos graves son derivados a los hospitales públicos de la zona, con resguardo.
Debido al progresivo deterioro de las estructuras del penal, los responsables de la seguridad solicitaron la refacción de los distintos pabellones. El inicio de los trabajos está previsto para el mes de enero del próximo año. Sin embargo, las autoridades penitenciarias aguardan la construcción de una nueva cárcel en el Alto Paraná, con fondos de la Itaipú Binacional.
Trasladan a internos
Tres enfermos mentales que estaban recluidos en la penitenciaría regional de Ciudad del Este fueron trasladados ayer al mediodía al Hospital Neurosiquiátrico de la capital, por disposición judicial.
En tanto que cuatro enfermos de tuberculosis y tres portadores de VIH siguen tratamiento médico en la sanidad del reclusorio, atendido por tres enfermeros.