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Los dos narcopilotos detenidos son Paulo Antonio Daza Cuéllar y Jorge Miguel Álvarez Parada, quienes estaban a cargo de la avioneta monomotor, con matrícula boliviana CP-2897, en que estaba la droga. En tanto los otros capturados son Augusto Ramón Ruiz Aguilera, alias “Chingolo”, padre del asistente fiscal Pablo Fernando Ruiz, de Concepción, y propietario del establecimiento ganadero San Pablo, que servía de base de operaciones a la estructura criminal, a más de Óscar Simón Fernández Ortiz y Mario Francisco Frankhauser, según la Senad.
Tras un seguimiento de al menos cinco meses, los agentes antidrogas confirmaron que una de las pistas clandestinas utilizadas periódicamente por una de las estructuras de narcotraficantes que operan desde el primer departamento estaba instalada en la hacienda San Pablo, distante a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Concepción y a 1.000 metros del río Paraguay.
Gracias a que los antidrogas interceptaron varias comunicaciones de radio de los narcos pudieron averiguar que una gran carga de “polvo blanco” llegaría en estos días.
Ante esta información, miembros de unidades de élite de la Senad ingresaron hace tres días en la hacienda y tomaron posición en las inmediaciones de la pista clandestina.
Detenido a tiros
Al mediodía de ayer los vigías del grupo alertaron la presencia de la nave en la zona. Cuando los pilotos iniciaron el aterrizaje aparentemente descubrieron el camuflaje de los agentes e intentaron nuevamente levantar vuelo.
Ante esta situación los efectivos se vieron obligados a abrir fuego contra el monomotor, que sufrió algunas averías al ser alcanzado por las balas, por lo que ya no pudo decolar.
Combustible para reabastecimiento
Los dos pilotos fueron reducidos y detenidos al igual que el propietario de la hacienda y los dos cómplices, que en ese momento llegaron al lugar a bordo de dos camionetas cargadas con bidones de combustible y una moto.
Aparte de la droga, en el interior de las nave se encontraron algunos GPS y radios walkie para comunicación tierra-aire, elementos que pueden ayudar a ubicar los otros puntos utilizados por esta red para bajar los cargamentos de cocaína en la zona norte del país.
Supuestamente, la parte de la propiedad donde funcionaba la pista clandestina estaba arrendada a un ciudadano brasileño, pero este dato no fue confirmado por los antidrogas. “Chingolo” tenía en su poder 15 mil dólares, que dijo haber cobrado por el alquiler de la estancia.
Los detenidos responderían a una estructura criminal liderada por brasileños, que utilizan estas pistas clandestina instaladas en varios puntos de Concepción para reabastecer las naves de carburante y proseguir el viaje hacia el vecino país, donde finalmente comercializan la cocaína proveniente del país del antiplano. Los arrestados y las evidencias serán trasladados hoy a la capital.