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Según el informe de la Policía Federal brasileña, Jonathan Soligo, fue incluido en la mira de una investigación desde los primeros meses de este año, apuntado como el líder de una organización de traficantes que era responsable del envío de grandes cargamentos de cocaína al estado brasileño de Paraná, que pasaban previamente por nuestro país.
El hijo del conocido narco Irineu “Pingo” Soligo fue detenido el 9 de julio del 2006 en el establecimiento ganadero de su padre en la localidad de Cerro 21, a unos 60 kilómetros de esta ciudad. En la operación, efectuada por agentes de la Senad, fueron decomisados 120 kilos de cocaína en el lugar.
Tras pasar dos años en prisión, en mayo del 2009 fue liberado por un tribunal de sentencia integrada por Estela Mary Galeano, Carlos Zaldívar y Mirta Sánchez. Los dos primeros magistrados votaron por la nulidad absoluta del proceso, al alegar fallas en la actuación fiscal. El fiscal entonces fue Arnaldo Giuzzio.
Por su parte, Mirta Sánchez fue categórica en su voto en disidencia y pidió que se llevara a cabo el juicio oral.
Gracias a la dudosa actuación de los magistrados Galeano y Zaldívar, el ahora detenido en Brasil pudo salir como hombre libre de la sala de juicios orales del Palacio de Justicia de esta ciudad y de inmediato viajó al Brasil.
Sin embargo, la resolución fue apelada por los fiscales Arnaldo Giuzzio y Justiniano Cardozo, y la Cámara dispuso revocar el fallo y dictaminar la inmediata captura del acusado de manera a ser sometido a un nuevo juicio oral. Sin embargo, Brasil negó la entrega de Soligo a la justicia paraguaya, debido a que la Constitución del vecino país no permite la extradición de sus ciudadanos a otro país.
Jonathan Soligo fue trasladado bajo fuertes medidas de seguridad hasta la sede de la Policía Federal de Ponta Porã, desde donde será remitido al estado de Paraná en donde deberá ser juzgado por tráfico de drogas, lavado de dinero y formación de cuadrilla para delinquir.
“Mercancía” boliviana
Investigaciones de organismos antidrogas de nuestro país sostienen que el grupo manejado por Jonathan Wink Soligo recibía cocaína de procedencia boliviana que pasaba por nuestro país, y que era transportada vía terrestre hacia el estado de Paraná. “Pinguito” habría continuado con las actividades de la organización estructurada por su padre Irineu “Pingo” Soligo, un supuesto jefe narco considerado uno de los principales objetivos de la DEA en la región, y quien actualmente está preso en el Brasil.