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Se trata de Mario Caballero, de 53 años, quien era buscado desde la noche del 13 de enero de 2014, cuando mató de 21 puñaladas a su cónyuge Clemencia Bordón de Caballero, entonces de 47 años. El matrimonio tuvo siete hijos.
La orden de captura que pesaba sobre el sospechoso fue firmada por la jueza Zusan Domenech.
Los antecedentes del hecho dan cuenta de que el caso de feminicidio se produjo en la compañía Simbrón del barrio Cañada, a unos 13 kilómetros del pueblo de San Roque González de Santa Cruz, luego de una larga y turbulenta relación que mantenían Mario Caballero y Clemencia Bordón y que siempre estuvo marcada por la violencia.
Mario Caballero ultimó a su esposa cuando estaba totalmente borracho y luego de que rebrotara en él un sentimiento de odio porque la mujer lo había denunciado ante el Juzgado de Paz, precisamente por maltratos sistemáticos y severos.
A raíz de aquel conflicto, Mario Caballero fue encarcelado en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, por lesión grave.
Sin embargo, luego de un tiempo recuperó su libertad, pero con una orden de restricción de acercarse a la casa de su familia.
Tras varios intentos de acercamiento, el hombre se ganó de nuevo la confianza de su esposa y consiguió que lo admitieran de nuevo en el hogar.
Según habían dicho en aquel entonces los familiares de la señora Clemencia, esta nunca bajó la guardia por completo, porque sabía que su marido podría volver a atacarlos en cualquier momento, especialmente cuando se emborrachara. Incluso, la misma madre de familia le pidió prestada una pistola a uno de sus hermanos, “por si acaso”.
Finalmente, Mario Caballero retornó a su casa luego de una ronda de tragos con unos amigos y encontró sola a su esposa. Entonces, le volvió a recriminar por haberlo denunciado anteriormente y la atacó salvajemente con un puñal.
La víctima, completamente ensangrentada, salió al patio para pedir ayuda y fue rescatada por una de sus hijas, pero murió en el hospital de Carapeguá.