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El golpe fue materializado por un joven de unos 20 años, quien subió simulando ser un pasajero.
El maleante, aún parado en la estribera, fingió que buscaba dinero para pagar su pasaje y, de hecho, prácticamente vació una mochila que llevaba consigo, mientras el chofer ya había reanudado la marcha.
Después, sacó un revólver con el que amenazó al conductor y, sin siquiera atravesar el molinete, exigió a las pocas pasajeras que les entregaran sus celulares y otras pertenencias de valor.
Poco más de un minuto le tomó al precoz delincuente recoger su botín y bajarse de nuevo del micro, aunque antes de hacerlo amenazó al conductor con el arma de fuego. Como si nada hubiera pasado, el joven descendió del micro y caminó tranquilamente sobre Artigas.
Agentes de la comisaría 9ª Metropolitana rastrean al sospechoso.