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Este caso se inició con la muerte del joven Mauricio Benítez (22 años), ocurrida el 15 de junio de 2017, en el barrio Puerto Botánico cuando los guardias de Protek, Julián Benítez y Óscar Blanco, persiguieron el rodado y dispararon al conductor, presuntamente al confundirlo con un robacoches. Ambos están imputados por homicidio doloso.
La defensa de los directivos apeló la resolución y pidió que se anule por defectos detectados en el acta de imputación, pero para los miembros de la Cámara no se encontraron errores y confirmaron lo dispuesto por la jueza e impusieron las costas a la parte perdidosa. De esta manera se da vía libre a la jueza Rosarito Montanía, para que llame a los directivos a la audiencia de imposición de medidas. Esta diligencia quedó sin hacerse desde el pasado 20 de setiembre debido a la apelación que presentaron los abogados, con respecto a la imputación del Ministerio Público.