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Los arrestados son Guillermo Armando Gómez Martínez (34) y René Eduardo González Machuca (37), quienes trabajaban para la empresa Marite SA, del mismo grupo de las firmas Soluciones Ágiles SA y Trial SA, que pertenecen supuestamente a Juan Manuel Santacruz González (30).
Otro empresario ligado directamente a estas firmas sería un tal Nicolás Xavier Jara Acosta (29).
Estas tres empresas privadas supuestamente forman parte de un esquema de estafas a docentes, integrado también, según la Policía, por la firma Dos Estrellas SAICA, que hasta hace poco se llamaba Muñequita SA, y que pertenecería a Mariano Manuel Mora Núñez (54).
El jefe de la división de Delitos Financieros del departamento Contra Delitos Económicos y Financieros de la Policía, comisario José Velázquez, informó ayer que los dos vendedores fueron interceptados en Ingavi casi avenida Mariscal López.
El esquema
De acuerdo con la investigación, de la que participan también las fiscalas Teresa Sosa y Lorena Ledezma, estas empresas privadas estafaron, desde los últimos tres años, a por lo menos 6.000 docentes del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
El comisario Velázquez explicó que estas empresas operaban con tres modalidades específicas.
La primera consistía en ofrecer un crédito a los docentes, a quienes les hacían firmar una autorización de descuento y también un pagaré. Una vez que los profesores pagaban todo el préstamo, las empresas, antes que anular los pagarés, hacían ejecutar nuevamente el pago por la misma cifra ya cancelada.
En otros casos los vendedores se ganaban la confianza de los trabajadores e incluso les hacían firmar pagarés en blanco, que después eran sobrefacturados.
La otra forma de estafa se configuraba cuando las empresas ofrecían préstamos rápidos a los docentes, quienes después de llenar los formularios debían recibir el dinero por giro, pero en casi todos los casos el importe no llegaba o llegaba a medias.
La otra modalidad de engaño se daba cuando ofrecían préstamos de dinero más electrodomésticos nuevos.
Una vez que los docentes firmaban el acuerdo, recibían solamente una parte del efectivo y a algunos ni siquiera les llegaban los electrodomésticos.
A fin de mes a los educadores se les descontaba de su salario un importe equivalente al costo total del electrodoméstico.