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Los antidrogas, acompañados del fiscal Manuel Rojas, llegaron hasta el lugar en horas de la madrugada con una orden de allanamiento impartida por el juez Marino Méndez. Sorprendieron a los traficantes en momentos en que cargaban varios fardos de “mercaderías” en lanchas para hacerlas pasar hacia la costa brasileña.
Al percatarse de la presencia de la comitiva, los campanas que se encontraban en los alrededores alertaron a los delincuentes y al menos ocho de ellos abordaron dos lanchas y después cubrieron su fuga con disparos contra los antidrogas.
Los agentes pudieron capturar a dos de los traficantes cuando intentaban abordar una tercera embarcación. Los detenidos fueron identificados como Jorge Ramón Villalba Palacios (35) y Wilson Antonio Duarte Araújo (20), ambos de nacionalidad paraguaya.
La incautación
Tras el tiroteo, los agentes de la Senad procedieron a verificar las evidencias encontradas, consistentes en 4.549 kilos de marihuana prensada, 81 cajas de cigarrillo y una de celulares de diversas marcas. También requisaron una balanza de precisión y un equipo de radio usado para la comunicación entre los traficantes y contrabandistas.
El fiscal interviniente dispuso la detención de los capturados y el traslado de las evidencias hasta la base regional de la Senad en Ciudad del Este.
Además, la comitiva logró identificar al presunto responsable del puerto clandestino, como Édgar Blanco, alias “Pira”, por quien se dictó una orden de captura.
El valor de la carga de productos incautados durante el procedimiento rondaría los 400.000 dólares americanos en el mercado brasileño, explicaron ayer los agentes.
A días del Mundial
La proximidad de la Copa Mundial FIFA de Fútbol, que arrancará dentro de cinco días en Brasil, representa una oportunidad para que redes de traficantes generen jugosos dividendos con la venta y distribución de estupefacientes. Esto debido a la demanda que generará el “producto” en medio de los miles de turistas que se agolparán al vecino país.
Para evitar tal propósito, las autoridades paraguayas y brasileñas extremaron los controles fronterizos para interdictar cargas de cocaína y marihuana en la “Frontera Seca” como en los puertos clandestinos que operan en la costa del río Paraná.