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Sarubbi Brizuela se desempeñó durante los períodos 2001-2006 y 2006-2010 como intendente de la ciudad de Caazapá, situada a 160 kilómetros de Asunción.
En tanto que Morel Roa es hijo de la concejala departamental recientemente electa Celina Roa de Morel (ANR), y trabaja como ujier notificador en el Juzgado de Paz de la ciudad de San Juan Nepomuceno, también en el departamento de Caazapá.
Ambos están señalados por policías de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID) de Uruguay como elementos claves de la organización internacional desbaratada el lunes último en el marco de la operación “Wayra”, que se llevó a cabo en los departamentos de Rocha, Durazno, Canelones y en la capital Montevideo.
El seguimiento
El megaoperativo consistió en el seguimiento de una carga de 478 kilos de marihuana que Sarubbi y Morel habrían despachado desde una pista clandestina de Caazapá, Paraguay, y que debía ser entregada en Uruguay.
Precisamente, la mercancía fue confiscada por los policías uruguayos en una pista de aterrizaje en una zona arrocera en la localidad de Cebollatí, departamento de Rocha, a 820 kilómetros de Caazapá, y donde también capturaron otra avioneta en la que fue transportada la droga, luego de un recio tiroteo que arrojó varios heridos y detenidos.
Simultáneamente, la Fuerza Aérea Uruguaya interceptó en el aire una avioneta paraguaya, con matrícula ZP-TMF, que estaba al mando de un piloto compatriota de 65 años, cuya identidad no fue proporcionada por prohibiciones de la legislación local, pero que ayer también fue remitido a la cárcel por un delito contra la seguridad de la navegación aérea, según reportó el diario El País de Montevideo. El piloto paraguayo fue escoltado por dos aviones de combate uruguayos y obligado a aterrizar en una base militar de Durazno.
En la aeronave solo se hallaron tres bidones de combustible, pero se detectaron dos fondos falsos en el tanque de combustible, y también se recuperó un GPS portátil, apagado y ubicado bajo el asiento del piloto, de donde se logró extraer datos de navegación que permitieron determinar que la partida de combustible venía desde Paraguay e ingresó a Uruguay por Bella Unión.
El piloto de 65 años primero negó haber aterrizado en suelo uruguayo, pero después reconoció haber descendido en un campo arrocero el 29 de julio para aprovisionarse de combustible.
¿Prestanombre?
La avioneta paraguaya Cessna 210 retenida en Uruguay figura a nombre de un presunto prestanombre, Adenelson Zaracho Ramoa (32), oriundo de Pedro Juan Caballero, zona considerada como uno de los principales centros de producción de marihuana de la región. Su hermano, Gabriel Zaracho Ramoa (26), también registra desde el 2006 una orden de captura por narcotráfico en el departamento de Ñeembucú.
Esta misma nave ya había sido demorada por agentes de Antinarcóticos de Paraguay en una estancia del distrito de 25 de Diciembre, departamento de San Pedro.
En dicho procedimiento también había sido incautada otra avioneta con matrícula de Estados Unidos, que el administrador del establecimiento intervenido dijo que pertenecía al militar retirado Enrique “Kike” Sarubbi, quien a su vez sería pariente del exintendente de Caazapá, Francisco Nicolás Sarubbi, a buscado por la justicia uruguaya.
Red internacional
Los antidrogas de Uruguay sospechan que esta red, integrada principalmente por paraguayos, uruguayos y brasileños, introducía usualmente toneladas de marihuana paraguaya al mercado charrúa. Interpol Paraguay recibirá hoy oficialmente la notificación sobre los pedidos de captura contra el político colorado y el funcionario judicial.