Banqueros piden mayor sistema de prevención y seguridad ante asaltos

Representantes de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) pidieron ayer al ministro del Interior, Carmelo Caballero, la implementación de un sistema de prevención y políticas de seguridad que involucren a las entidades financieras. Fue durante una reunión en la que expresaron su preocupación por la ola de asaltos registrados en los últimos días.

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El presidente de la entidad que nuclea a los titulares y propietarios de entidades bancarias, Jerónimo Nasser, explicó al secretario de Estado la preocupación que existe entre los asociados por la ola de asaltos y ataques a algunas entidades financieras que se registraron en los últimos días.

Nasser y otros miembros de la Asoban participaron de una reunión ayer con el titular de la cartera del Interior, Carmelo Caballero; el viceministro de Seguridad Interna, Javier Ibarra, y el subcomandante de la Policía Nacional, comisario general Carlos Altemburger.

En respuesta a los reclamos de los banqueros, el ministro Caballero prometió establecer un cronograma de trabajo a ser implementado conjuntamente con las instituciones. Nasser expresó su satisfacción por la determinación.

Estrategias conjuntas

El subcomandante de la Policía Nacional, Carlos Altemburguer, indicó por su parte que continuarán las reuniones a fin de diseñar estrategias de seguridad concretas a ser implementadas conjuntamente con la Policía y las entidades bancarias.

En los dos primeros meses del año se produjeron una serie de asaltos, que mantuvieron en vilo a los directivos de las entidades bancarias y los organismos de seguridad.

Los principales golpes se registraron en el este del país, donde opera una peligrosa banda que es investigada por la Policía para ser desbaratada.

Delincuencia sin control

La ola de delincuencia se ha acrecentado en los dos últimos meses, debido al gran movimiento de efectivo que se genera durante esta época del año.

Los principales golpes son atribuidos a las gavillas de “motochorros” que operan con la complicidad de algún guardia o empleado de la entidad bancaria donde la víctima va a retirar su dinero. En otros casos, se trata de bandas organizadas que intentan arrancar los cajeros para sustraer el efectivo.

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