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El atentado tuvo lugar a las 17:00 en una plantación de soja perteneciente a Édgar Enrique Volka. Resultó víctima César Espínola López, quien conducía la máquina.
Los agentes policiales de la subcomisaría 20ª local demoraron al brasileño Marcelo Kefer como el presunto atacante. Sin embargo, el fiscal Vicente Rodríguez Barreto lo liberó más tarde al sostener que no había elementos para vincularlo con el delito.
Volka declaró que mantenía un litigio judicial por la posesión de la propiedad de unas 62 hectáreas con Kefer, Ricardo Loser y Paulo Pienka. Pero finalmente el juez Alberto Florentín de Curuguaty dictaminó que la propiedad le pertenece a él, por lo que comenzó a explotarla.
Sindicó a Kefer como responsable del ataque, debido a que días pasados, según declaró, lo había amenazado de muerte.
“Yo no le presté atención a esa amenaza, pero con esto ya es grave. Vamos a recurrir a donde corresponda, a mí me favoreció la justicia en el pleito; por milagro no le acertaron al chofer, los disparos vinieron desde la parte trasera de la propiedad del brasileño que linda con el mío”, señaló Volka a esta corresponsalía.