Balean la casa de jefe antidrogas en aparente venganza de narcos

La vivienda del subjefe del departamento Antinarcóticos de la Policía, comisario principal Marcial López Palma, fue baleada por sicarios que supuestamente tenían la misión de eliminar al uniformado, en el marco de una venganza de un narcotraficante de ascendencia turca que fue extorsionado para recuperar una carga de cocaína. Dos suboficiales que participaron directamente de la operación fueron trasladados a comisarías. Asuntos Internos ya tomó intervención en el hecho.

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El ataque se produjo supuestamente ayer de madrugada en Areguá, en la casa del comisario principal Marcial López Palma, quien sin embargo optó por no denunciar formalmente el caso e inmediatamente ya cambió las ventanas perforadas por las balas, según los datos.

De acuerdo con los informes recabados, el suceso fue motivado por un operativo irregular encabezado por López Palma el 11 de diciembre pasado en Capiatá.

Supuestamente, el comisario y su equipo confiscaron una carga de entre 200 y 300 kilos de cocaína de un financista de ascendencia turca, que vive en un exclusivo condominio cerrado de Alto Paraná.

La negociación

Siempre según los datos, los uniformados negociaron la devolución de una parte de la mercancía requisada y además despojaron de 10.000 dólares a los narcos, aunque les advirtieron que debían conseguir otro monto similar para no ser involucrados.

Los datos que ya poseen los investigadores de Asuntos Internos y que también manejan los miembros de la cúpula policial dan cuenta de que el comisario López Palma y sus subalternos se habrían encontrado con los “capangas” del narco turco en una estación de servicios situada cerca del autódromo Aratirí, en Capiatá, para acordar la devolución de la cocaína confiscada y la entrega de la otra parte del dinero en efectivo acordado.

Pero la operación se habría frustrado por la pretensión exagerada de los policías. Los informantes precisaron que los antidrogas se movilizaron en una camioneta Toyota Hilux que sería blanca, un Volkswagen Gol presumiblemente rojo y un coche Nissan color dorado.

Esta situación también estaba a pleno conocimiento del jefe de Antinarcóticos, comisario principal Rufino Gill López, a quien presuntamente debía corresponder un porcentaje del botín.

El grupo de traficantes supuestamente comenzó a amenazar a los intervinientes para que devolvieran “por las buenas” la droga incautada. Pero ante la negativa de los uniformados, el capomafioso ordenó el ataque a la casa del policía López Palma, que afortunadamente no ocasionó heridas a ninguno de los miembros de su familia.

Los involucrados

La única determinación adoptada hasta el momento con relación al caso fue el traslado de dos agentes que habrían estado involucrados. Se trata del suboficial inspector Mario Figueroa Velázquez, a la comisaría 1ª metropolitana, y el suboficial inspector Roberto Lezcano Martínez, a la comisaría 3ª metropolitana.

Otro que habría tenido participación en la extorsión y posterior repartija, además del comisario López Palma y los suboficiales Figueroa y Lezcano, es el comisario Cristóbal García, quien ya registra frondosos antecedentes.

También figura un oficial de apellido Acosta, según los datos.

Ayer trascendió que la cúpula analiza la destitución de los comisarios Rufino Gill López y Marcial López Palma, ante la gravedad del suceso, ya que Asuntos Internos confiscó las anotaciones del libro de la guardia de la unidad afectada.

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