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Jara fue designado el jueves último como jefe de la citada dependencia en reemplazo del comisario Sebastián Moreno, quien por el momento queda sin cargo.
El cambio fue ordenado por el propio comandante Walter Gregorio Vázquez después de que unos 60 miembros de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC), armados con fusiles de ataque, tomaran la ciudad por más de una hora en la madrugada del miércoles 19 de diciembre último.
Mientras un grupo de los criminales rodeó la comisaría y el destacamento militar, sus cómplices atacaban con explosivos y ráfagas de metralletas la mansión de Diego Zacarías Alderete.
Los sicarios de PCC buscaban a este último para eliminarlo, ya que monopolizó el tráfico de la marihuana en la zona, lo que convierte a Alderete en la única competencia para ellos en ese rubro en la región, explicaron los investigadores.
Sin embargo, poco después de que el comisario Jara tomara posesión del cargo, sus propios camaradas denunciaron que dicho oficial ya fue jefe en la misma dependencia y fue destituido en agosto pasado, cuando la comisaría de Ypejhú apareció en una lista de pago de coimas de una gigantesca red de narcos que fue desbaratada por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en Salto del Guairá.
Tras esto, el comandante Vázquez reculó en su determinación, pero antes de concretarse el cambio de Jara, el intendente de Ypejhú encabezó una movilización popular para exigir la permanencia del comisario en su cargo, ya que según el jefe comunal es el único que les puede brindar seguridad en estos momento tan difíciles que les toca vivir en el pequeño poblado fronterizo, convertido en campo de batalla por facciones mafiosas dedicadas justamente al tráfico de drogas.
Los pobladores de Ypejhú aseguraron que necesitan del comisario Jara, quien ya ejerció el cargo por más seis años en dicha unidad y por ello conocen su trabajo. También señalaron que fue uno de los pocos uniformados que se enfrentaron al clan de Vilmar “Neneco” Acosta en su momento. Jara también ayudó en la localización Flavio Acosta Riveros, uno de los autores materiales del crimen del periodista de ABC Color Pablo Medina y Antonia Almada, añadieron sus defensores.
Por su parte, el uniformado aseguró en la mañana de ayer que nunca recibió coima de narcos y que su nombre no figura en la lista de sospechados en ese caso.