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La comunicación fue hecha ayer de mañana en una conferencia de prensa celebrada en la Comandancia y de la que participaron, entre otros, el subcomandante de la institución, comisario general director Luis Rojas; el director general del Instituto Superior de Educación Policial (Isepol), comisario general inspector Tomás Cristaldo, y el director de Apoyo Técnico, comisario general inspector Abel Cañete.
Las autoridades policiales dieron a conocer la Resolución N° 287, firmada por el mismo comandante, comisario general comandante Críspulo Sotelo, por la cual queda establecido que desde este año lectivo la Academia de Policía “Gral. José Eduvigis Díaz” va a albergar a 150 nuevos cadetes, 100 de ellos varones y 50 mujeres. El aumento consiste en 50 plazas más, ya que antes los cupos disponibles eran para 70 varones y 30 mujeres. En la Academia de Policía estudian por cuatro años los futuros oficiales de la Policía.
En tanto que en el Colegio de Policía “Sgto. Aydte. José Merlo Saravia” este año lectivo van a iniciar 430 aspirantes, de los cuales 350 son varones y 80 mujeres. Esto implica un aumento de 120 plazas más. Anteriormente, los cupos disponibles para el primer año eran para 310 jóvenes en total, entre la casa central de Capiatá, las filiales del interior del país y la unidad de formación en operaciones tácticas que funciona en la Agrupación Especializada.
En el Colegio de Policía estudian por dos años los futuros suboficiales.
De este modo, la Policía prácticamente dio un cierre definitivo al escándalo que se inició en febrero pasado, cuando un grupo de postulantes y sus padres denunciaron un fraude cometido por otros jóvenes que compraron las respuestas de los cuestionarios.
La denuncia motivó la creación de una comisión interventora, que decidió repetir los exámenes para todos los postulantes, excepto los que cometieron el fraude.
Sin embargo, los jóvenes que ya habían ingresado limpiamente presentaron recursos de amparo para que sus puntajes fueran reconocidos, aunque las medidas judiciales no prosperaron.
De aquel grupo inicial de ingresantes, 18 varones y seis mujeres ya no volvieron a alcanzar los puntos requeridos en las segundas pruebas, ni siquiera con la ampliación de las plazas.