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Fretes era técnico de equipos médicos y en julio de 2010 fue víctima del robo de ocho hojas de su chequera que luego fueron efectivizadas.
Cuando el hombre fue a verificar quién cobró el dinero, se encontró con que fue Henry Acosta, quien era su empleado. El hombre adulteró la firma de su jefe para poder sacar dinero.
Desde entonces Fretes viene batallando contra el sistema judicial, pues pese a tener las hojas de los cheques adulterados y la filmación del banco donde se ve a Acosta cobrar el dinero, fiscales y magistrados no pudieron fallar a favor del hombre, quien el lunes en pleno juicio oral murió sin encontrar justicia.
Ahora la Corte Suprema luego de que se registró un daño ya irreparable dispuso auditar la causa.
El abogado Florencio Díaz denunció la tardía atención de su cliente al ser víctima de una descompensación. La Corte desmintió esta información.
El juicio, pese a la muerte de la víctima, prosigue hoy a las 11:00. El caso es de acción penal pública y la fiscalía debe seguir impulsando el proceso.