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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). “Sabemos que ya no vamos a recuperar nuestro dinero, pero hacemos la denuncia para evitar que otros incautos sean estafados”, señaló la denunciante Rafaela Rehwald.
Según refirió la afectada, tomaron conocimiento de la astróloga “Doña Beatriz” a través de un volante un día domingo. “Llamamos al teléfono que figura en el volante y concertamos una cita. La mujer, de unos 40 años, rubia, y marcado acento brasileño, nos dijo que éramos víctimas de un “payé” (acto de brujería) muy fuerte, y que necesitábamos que nos cure”, comentó la afectada.
Añadió: “Nos pidió G. 1.200.000 para comprar elementos para hacer la “curación”. Luego nos dijo que la persona que nos hizo el payé puso mucha plata y que debíamos poner también mucho dinero para superar el maleficio.
El dinero supuestamente sería utilizado por tres días para la curación, y luego lo devolvería”.
Rafaela Rehwald comentó igualmente: “Conseguimos un crédito de G. 40 millones, que por su recomendación debíamos cambiar a dólares, porque el dólar es más fuerte, y nos pidió todas las joyas que teníamos. Le entregué cadenas de oro, anillos y collares por valor de 25.000 dólares, además de 9.000 dólares en efectivo que conseguimos del crédito y otras sumas que prestamos de parientes y amigos; en total unos G. 190 millones”.
La mujer también dijo que durante los días previos a completar el monto de dinero y joyas mantenían entrevistas regulares, y en cada ocasión la supuesta astróloga envolvía la plata en un lienzo negro que depositaba en el interior de una pequeña valija con llave. “Nos recomendaba llevar la valijita y poner debajo de la almohada, pero no debíamos abrir, porque se perdería el efecto de la curación”, indicó Rehwald.
“El miércoles 25 de abril completamos el dinero que teníamos y las joyas. Nos dijo que debía poner un lienzo nuevo, y eso hizo, frente a nosotros. Luego depositó la envoltura en la valija y nos hizo la misma recomendación de no abrir. Al día siguiente debíamos volver para una nueva entrevista, y el sábado iría a nuestra casa para bendecirnos”.
Rehwald y su esposo fueron al día siguiente al mismo lugar, pero no hallaron a la “astróloga”.
Tampoco ese sábado se presentó en la casa de sus clientes, por lo que estos dudaron y verificaron la pequeña valija. Solo encontraron un montón de llaves viejas, tornillos herrumbrados, y una cantidad de los volantes de propaganda cortados en forma de dinero.