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Estas designaciones fueron hechas debido a la complejidad del caso, ya que surgieron rumores de que un alto jefe policial como el director general de Investigación Criminal, el comisario general Abel Cañete, podría estar vinculado al atentado que le costó la vida a la profesional.
Casuso llevaba la defensa del narcotraficante Jarvis Chimenes Pavão, actualmente preso en el Brasil, y del capo mafioso Marcelo “Piloto” Pinheiro, recluido en la Agrupación Especializada de la Policía.
Precisamente, este último había denunciado haber pagado una importante suma de dinero en concepto de protección al comisario Cañete. Estas acusaciones fueron vertidas en una conferencia de prensa ideada y ejecutada por Casuso en la Agrupación Especializada.
Cañete tomó este hecho como un golpe en su contra para sacarlo del camino por la lucha en llegar a la Comandancia de la Policía e inmediatamente aparecieron unas filmaciones de amenaza de muerte contra la fiscala general Sandra Quiñónez y un audio, donde un supuesto narco brasileño denunciaba haber pagado unos 70.000 dólares a un comisario Cantero, que luego se dijo que podría haber sido el subcomandante de la Policía, el comisario general Luis Pablo Cantero.
Como corolario de todo esto fue la ejecución a tiros de la letrada, registrada en la noche del lunes último frente a una templo masón, ubicado en pleno centro de Pedro Juan Caballero.
Casuso participaba de una reunión, cuando alguien la llamó por celular y cuando ella salió a la calle para atender fue encarada por un sicario que la acribilló con una pistola 9mm y luego escaparon en una camioneta Toyota Hilux negra.
Pese a que nadie en la capital del Amambay se ha atrevido a colaborar abiertamente con la Policía para aclarar el caso, los agentes lograron colectar algunos elementos que apuntan hacia el fugitivo brasileño Sergio de Arruda Quintiliano, alias Minotauro, como responsable del ataque. De acuerdo con los uniformados, Minotauro está enmarcado en una puja por convertirse en el nuevo patrón de la frontera y con la muerte de Casuso logró anular las últimas operaciones de Pavão, que la profesional llevaba adelante, señalaron. Ahora los fiscales Volpe, Sapriza y Pecci deberán coordinar acciones para juntar todos los elementos posibles para intentar aclarar el alevoso crimen, perpetrado con sello de la mafia.