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El avión que transportaba los restos mortales de la compatriota arribó a las 23:40 de ayer al aeropuerto internacional “Silvio Pettirossi”.
Allí aguardaba un grupo de allegados de la mujer, encabezado por sus hermanas Lucy Concepción y Luz Marina Cristaldo, quienes procedieron a realizar los trámites para la entrega del féretro.
Posteriormente, se procedió al traslado de sus restos mortales hasta la localidad de Yhú, departamento de Caaguazú, de donde era oriunda.
Allí serán velados en la vivienda familiar y le darán cristiana sepultura en el cementerio municipal a las 08:00 de mañana. Será después del responso que se realizará en el templo Virgen del Rosario.
La paraguaya María Liz Cristaldo (35) residía en Venezuela y falleció el pasado 15 de diciembre en la ciudad de Maracaibo, estado de Zulia, en circunstancias que están siendo investigadas por las autoridades de país caribeño. El Gobierno Nacional, a través de la Secretaría Nacional de Repatriados y Refugiados, se encargó de las gestiones para el traslado de los restos de la compatriota asesinada, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la delegación diplomática en Caracas.
Esposo detenido
Los antecedentes del caso dan cuenta de que la Policía de Venezuela detuvo al esposo de María Liz Cristaldo, el español Jesús González, como el principal instigador de la muerte de la mujer, quien fue ultimada de un tiro en la cabeza cuando se encontraba en Maracaibo, según el titular de la Secretaría de Repatriados y Refugiados, Luis Alberto Bogado. También se informó que hay otras siete personas demoradas y se busca a otras dos.
Al parecer, el hombre pretendía cobrar un seguro de vida de su esposa y contrató a unos malvivientes para que la asesinaran.
El relato de González señaló que supuestamente habían sido asaltados y durante el hecho se produjo el fatal desenlace.
La pareja se hospedó en el “Maracaibo Suites”. Al mediodía del 15 de diciembre se dirigieron hasta la terminal de la ciudad.
Para ello abordaron un taxi informal, cuyo conductor cambió de ruta y se dirigió al barrio “La Lechuga”, considerado de alta peligrosidad, donde fueron despojados de sus pertenencias y Cristaldo recibió el mortal disparo mientras huía de los malvivientes.
Según las agencias noticiosas, los autores materiales habrían cobrado la suma de 2.000 euros por cometer el asesinato.