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La víctima fatal fue Edith Lizza Ramírez (28), madre de una niña de 10 años, quien vivía cerca del lugar donde murió tras recibir cuatro balazos en la cabeza. Surge como el principal sospechoso del crimen el suboficial segundo Julián Villalba, quien fue detenido horas después del hecho en su unidad, la Comisaría 19ª Central de Itauguá Guazú.
El uniformado y la víctima mantenían una relación sentimental, pero en las últimas semanas la mujer le comunicó su decisión de terminar con el noviazgo, debido a que tenía intenciones de volver con su exconcubino Vicente Guerrero, confirmaron ayer los investigadores.
Sin embargo, el suboficial Villalba se negaba a terminar la relación, por lo que mantenía bajo constantes amenazas a la mujer.
El miércoles pasado, alrededor de las 21:00, el agente interceptó a bordo de una motocicleta a Edith Lizza Ramírez sobre un camino vecinal del barrio Fátima de Itauguá Guazú. En el sitio se originó entre ambos una airada discusión, hasta que Julián Villalba, quien estaba de civil, desenfundó su arma, un revólver calibre 38, y acribilló a la mujer, quien cayó muerta en el lugar, según las primeras versiones. Luego, el sospechoso abordó su biciclo y se dirigió a su unidad, donde luego fue detenido.
Como medida de seguridad, la fiscalía también dispuso la demora del exconcubino de la víctima, Vicente Guerrero, quien quedó detenido, según los investigadores.
El suboficial Villalba prestaba servicios en la Agrupación Especializada, hasta que en noviembre del 2013 se descubrió su parentesco con algunos miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que están recluidos en dicha dependencia policial, por lo que fue trasladado a cargo de la Jefatura de Policía del Área Central, confirmaron ayer fuentes oficiales.