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El fuego se inició a las 8:30 aproximadamente en el local propiedad de Ignacio Morínigo, ubicado en las calles Epifanio Méndez Fleitas casi avenida De la Victoria en el barrio Reducto de San Lorenzo, donde aparentemente un cortocircuito fue el que inició el siniestro que consumió casi todo lo que había en el sitio.
Más de cinco compañías de bomberos voluntarios de diferentes ciudades llegaron hasta el lugar para controlar el fuego.
Una vez más la falta de agua fue el problema, ya que los carros hidrantes tuvieron que ir hasta puntos lejanos para poder conseguir el líquido.
Luego de más de cinco horas de trabajo se pudo controlar el siniestro que destruyó, además de las mercaderías, la estructura del tinglado.
“Somos macateros que estamos hace más de 25 años en el mercado y ahora todo se quemó” dijo Mario Gómez, administrador de la empresa, mirando con dolor cómo las grandes lenguas de fuego iban devorando sábanas, colchones, enseres de plástico, electrodomésticos, palas, motocicletas y otras mercaderías que en su gran mayoría quedaron inutilizadas.
“Había mucho material inflamable dentro del tinglado, que contaba con todas las medidas de seguridad y es más, cuando se inició el fuego, lo primero que se activó fue la alarma, pero las llamas tomaron todo el sitio en cuestión de minutos, no se pudo hacer nada. Ahora solo estamos esperando para evaluar los daños, contamos con un seguro, pero las pérdidas son millonarias”, apuntó Gómez.
El fuego consumió gran parte de todo lo que había. Sin embargo los vecinos ayudaron a salvar una parte de las mercaderías antes que las llamas las alcanzaran.
Varios camiones se cargaron con mercaderías que fueron sacadas del lugar, pero muchas ya estaban golpeadas o afectadas, lo que depreciaría su valor.
Los responsables de la empresa dijeron que el calor y los constantes cortes de luz fueron los causantes del cortocircuito que finalmente terminó en el gran incendio.
“Ahora tenemos que ver con los proveedores cómo vamos a hacer para refinanciar nuestra deuda, ya que al quemarse todo acá vamos a tener que ver cómo conseguimos los recursos para pagar. En pocas horas el esfuerzo de 25 años se perdió” dijo Mario Gómez.
“Si bien lo material se perdió casi por completo, tenemos que agradecer que no se registraron víctimas humanas”, señaló Gómez, quien dijo que a la hora en que se inició el incendio estaban dos personas en el negocio, pero que lograron salir ilesas y fueron las que avisaron del hecho.
Vecinos solidarios
Los vecinos fueron muy solidarios con Ignacio Morínigo, ya que todos salieron de sus casas a ayudar a rescatar lo que se podía antes de que el fuego lo consumiera y no se dieron hechos de rapiñas como suele suceder. Dijeron que el empresario Morínigo es una persona que ayuda siempre a los vecinos y que por esa razón todos le aprecian y se ofrecieron a ayudar sin dudarlo.