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El exjefe policial prestó declaración indagatoria e incriminó a otros coprocesados por este hecho, como el suboficial Roberto Osorio, el exgirador de la Policía Juan Mendoza y el exadministrador Carlos Jara.
También, Alvarenga indicó que los controles de Petropar “fallaron” porque había firmado más de “mil solicitudes”. Sin embargo, un arqueo realizado en la empresa estatal detectó la irregularidad que derivó en la denuncia penal.
El fiscal Igor Cáceres lleva adelante la causa abierta contra Alvarenga y sus subalternos, por el desvío de G. 1.159 millones a través de tarjetas de combustibles free (al portador). La irregularidad se cometió en un solo mes, a mediados de marzo de 2015.
Paralelamente, el excomandante afronta otra imputación por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero con su esposa Mirta Rotela y uno de sus hijos, Francisco Alvarenga Rotela.
Según el Ministerio Público, el exuniformado al asumir el cargo de comandante en 2013 declaró bienes por G. 226 millones y dos años después salió con G. 2.400.000.000. Además, posee diez inmuebles que son objetos de la tasación y que tampoco podría justificarlos.
En este proceso, la defensa del excomandante logró trabar semanas atrás su audiencia de imposición de medidas con el juez Hugo Sosa Pasmor, que debe definir si envía a prisión tanto a Alvarenga como a su esposa. Insiste en que está siendo “doblemente juzgado”.