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La seguridad fue reforzada en casi todas las estancias situadas en el área de influencia de los delincuentes, especialmente en “La Gringa” de Azote’y, donde se produjo la última aparición.
Desde su aparición en 1997, aunque entonces como la “banda de Choré”, el EPP perpetró 99 ataques, incluyendo el último en el que mataron a los ganaderos alemanes Robert Natto (60) y su esposa Érika Reiser (53), tras secuestrarlos de su estancia “Luisa”, ubicada en el kilómetro 389 de la Ruta III, en el límite entre Azote’y y Yby Yaú.
Con relación a este doble homicidio, registrado el 28 de enero pasado, el ministro del Interior, Francisco de Vargas, y el resto de la cúpula de la FTC, analizan la veracidad de un comunicado difundido en un portal web, en el que el EPP alega que los extranjeros fueron asesinados por los militares.
Tras este cobarde crimen, los terroristas volvieron a aparecer el 30 de enero, cuando dejaron una nota en la estancia “La Gringa”, situada al lado de la hacienda de los alemanes.
En la esquela, los maleantes advirtieron a la familia Domínguez Wilson-Smith, propietaria de la finca, que si no pagaban US$ 500.000 en efectivo serían víctimas de más ataques, en referencia a las dos últimas apariciones en los retiros “Oviedo” y “Bonete”, que fueron saqueados e incendiados por el grupo.
En la esquela, el EPP incluso fijó un lugar específico para la entrega del dinero y hasta las señales a tener en cuenta para localizar el punto de referencia. El manuscrito fue precedido por un comunicado de la banda armada dejado un mes antes en el mismo establecimiento, en el que pedían US$ 300.000 y la entrega de carne en seis comunidades de Concepción y Asunción.
El requerimiento fue rechazado públicamente por la familia dueña de la estancia “La Gringa”, por lo que el EPP avisó en su nota que atacaría de nuevo en “cualquier momento”.