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En su presentación ante la Oficina de Atención Permanente, la fiscala ofrece como prueba de la responsabilidad del acusado el resultado de la prueba de ADN, que determinó que el detenido es el padre de la beba.
En un principio, ambos adultos habían sido imputados por abuso sexual en niños, el hombre como autor y la mujer como cómplice, a la que se le procesó además por violación del deber de cuidado. Posteriormente, la fiscalía solicitó cambio de calificación y la mujer siguió procesada solo por el segundo delito.
Este caso fue denunciado el 20 de abril pasado por médicos del Centro Materno Infantil de Trinidad, quienes solicitaron la intervención de la fiscalía tras constatar que la criatura, entonces con 10 años, se encontraba embarazada de casi cinco meses.
El padrastro había sido detenido el 9 de mayo pasado en la compañía Boquerón, a 10 kilómetros del centro de la ciudad de Caazapá. En declaraciones a la prensa, negó la acusación y luego, en una presentación ante el juzgado, alegó ser estéril, coartada descartada posteriormente con la prueba de ADN, que es prueba concluyente de la Fiscalía. La menor dio a luz el pasado 13 de agosto a una niña.