Acusan a comandante de proteger a “gatillo fácil”

El padre de Anderson Alberto Medina Giménez, el joven que fue baleado en 2012 durante un incidente protagonizado por un policía “gatillo fácil” en Ciudad del Este, presentó ayer una denuncia en la Fiscalía General del Estado contra el comandante de la institución, Crio. Gral. Críspulo Sotelo, por permitir que el agente que hirió a su hijo siga formando parte del cuerpo policial.

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Esto pese a haber sido condenado dos veces por esa causa.

Alberto Anastacio Medina explicó que el suboficial mayor Narciso Cañete Cáceres fue sentenciado en un primer juicio efectuado en abril de 2016 a cinco años de cárcel por el ataque a tiros contra su hijo, durante una persecución ocurrida el 1 de julio de 2012. Fue tras ser hallado culpable de lesión corporal grave en el ejercicio de las funciones públicas.

Pero la fiscala que dirigió la pesquisa, Liliana Zayas, apeló el fallo al considerarlo insuficiente, porque solicitó una condena de 13 años.

Más tarde se conformó un nuevo tribunal y se hizo un nuevo juicio, finalizado en octubre del año pasado, que debatió sobre la cantidad de años que merecía el suboficial. Cañete fue condenado a siete años y seis meses, pero aún continúa en libertad. La sentencia aún no se encuentra firme ya que no se pudo conformar la Cámara de Apelaciones.

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