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PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra Redacción Regional). La víctima de este último asesinato es Paulo Riveros, brasileño mayor de edad, quien residía en la calle Teniente Herrero y Las Residentas del barrio Gral. Díaz de esta ciudad.
Según los datos, media hora antes de ejecutarse el crimen, Riveros llegó a su domicilio en una camioneta Mazda con chapa CEU 426. De acuerdo con informaciones suministradas por sus familiares, se encontraba en el patio de su vivienda, cuando recibió una llamada en su celular y salió a la vereda de enfrente de la casa para conversar con su interlocutor.
Fue en ese momento en que aparecieron los sicarios a bordo de una motocicleta y según las primeras informaciones recabadas por la Policía, mantuvo una conversación con ellos por unos segundos, antes de que desenfundaran sus pistolas 9 milímetros y abrieran fuego contra su humanidad.
A causa de los impactos de bala que acusó, Riveros cayó sobre la vereda y falleció al instante. Los sicarios, tras concretar el crimen, huyeron hacia el lado brasileño de la frontera.
El infortunado Paulo Riveros era propietario de una cafetería y restaurante que funcionaba a media cuadra de su residencia.
Ola de asesinatos
Cabe resaltar que la ola de asesinatos recrudeció tanto en esta capital departamental así como en la fronteriza ciudad brasileña de Ponta Porã. En los últimos ocho días se registraron un total de doce homicidios.
Una fuente del submundo del hampa fronteriza habría referido la posible existencia de una lista de personas a ser eliminadas en esta frontera antes de fin de año, en un plan de ajuste de cuentas y quema de archivo entre las bandas rivales que luchan por el control absoluto del tráfico de drogas y armas en la región.