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LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). El accidente ocurrió aproximadamente a las 10:10 de ayer, a 1.500 metros de la cabecera de la pista de aterrizaje de la Fuerza Aérea, a solo 100 metros de la entrada sobre la autopista Ñu Guasu, en esta ciudad del departamento Central.
La máquina siniestrada es una avioneta Cessna 210, con matrícula ZP-BOB, de la Escuela de Paracaidismo Sin Límites. Su propietario, Rogelio Vela, dijo que la escuela funciona desde hace tres años en el predio de la Fuerza Aérea, a través de un convenio con los militares.
Aparentemente, el motor de la avioneta paró en el aire, solo segundos después de que despegara, por lo que el piloto David Vela, hermano de Rogelio y otro de los propietarios de la escuela, tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en un sector un poco más descampado, aunque de todos modos la nave sufrió severos daños al estrellarse contra algunos matorrales.
Muy asustados
Milagrosamente, el piloto Vela solo sufrió una lesión en una pierna, por lo que tuvo que ser asistido en un sanatorio, en tanto que los cinco alumnos civiles que se preparaban para el salto en paracaídas resultaron completamente ilesos, pero sí muy asustados.
El dueño de la escuela de paracaidismo refirió que la avioneta caída es la única con la que cuentan para sus prácticas y que es la primera vez que les ocurre este tipo de accidente.
Todo en regla
Añadió que la máquina está al día con los documentos, el seguro y el mantenimiento, que por cierto lo hacen cada 50 horas de vuelo, el equivalente a un mes y medio, aproximadamente, siempre según lo que declaró Rogelio Vela a la prensa.
La Escuela de Paracaidismo Sin Límites, según lo que se puede ver en su página de Facebook, es uno de los principales centros de instrucción para aficionados civiles al salto desde un avión.