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La fiscala Zully Figueredo requirió la imputación y prisión preventiva de la jurista Ninfa Morales como principal sospechosa de dar muerte a María Verónica Gariazu.
Por su parte, el guardia Juan Carlos Vergara Pérez (42), quien según las pesquisas fue a recoger a la citada abogada de las adyacencias de donde se encontró el cuerpo de la víctima, deberá guardar reclusión en la prisión de Embocada, según la resolución judicial.
Los citados fueron detenidos durante allanamientos efectuados en la madrugada del martes último en el barrio Julio Correa de Luque. En esa oportunidad, los investigadores encontraron el arma de fuego con el cual se habría ultimado a Verónica Gariazu. Además, hallaron el teléfono celular de la víctima, un manojo de llaves y dos pares de guantes.
Dicha funcionaria judicial fue asesinada a tiros el pasado 10 de octubre. Su cadáver fue encontrado ese mismo día en el interior del automóvil de su pareja Diego Coronel, al costado de la cancha del Club Rubio Ñu de la compañía Maramburé.
La abogada imputada Ninfa Morales era amiga y compañera de trabajo de Verónica en el estudio jurídico de su colega Rodrigo Blanco, hijo del ministro de la Corte Suprema de Justicia Sindulfo Blanco.
Al principio de las pesquisas, dicha letrada se puso a disposición de los investigadores por si quieran hacerle preguntas, incluso participó del velatorio de la víctima y del sepelio, sin embargo, luego se convirtió en la principal sospechosa. La Policía confirmó que cuenta con elementos que incriminan a la detenida como autora material.
Ninfa acudió ayer junto con su defensor Raúl Salinas al Poder Judicial de Luque, para la imposición de las medidas solicitadas por la Fiscalía. Salinas dijo que su clienta fue citada por la Fiscalía, pero que se abstuvo de declarar, para solicitar la copia de la carpeta fiscal para armar su estrategia.