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LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). Luego de una semana de investigación, agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) allanaron anoche una vivienda ubicada en el Cuarto Barrio de esta ciudad, donde hallaron un arsenal que estaba conformado por elementos que fueron robados del depósito de las Fuerzas Armadas de la Nación (FF.AA.). Las sospechas se acentuaron cuando se visualizó que una de las armas tenía escudo militar.
En la propiedad en la que irrumpió la comitiva fueron aprehendidos los militares en actividad Víctor Hugo Franco Chena, suboficial de transporte, y Fabio de Jesús Giménez Giménez, además de un ex personal policial, el ex suboficial ayudante Cristhian Eduardo Soto Fox, y un civil de nombre Francisco Javier Sosa Noceda, quienes se encontraban bajo la mira de los intervinientes.
Un punto clave en la investigación estuvo ligado a detectar conexiones entre los traficantes de armas y los receptores, organizaciones del crimen de la zona norte del país.
El citado integrante del Ministerio Público manifestó que en el lugar fueron encontrados un fusil M4 calibre 5.56, una pistola Glock personalizada dorada calibre 9mm, otra pistola Cherokee calibre 9mm, un fusil Ruger 5.56, cargadores, 407 unidades de proyectiles 7.62, 556 proyectiles, 12 juegos de partes de fusil M4, un revólver, una pistola calibre 9mm, un revólver calibre 22 y un fusil ametralladora liviana FAL, propiedad del Ejército Paraguayo. Respecto a este último elemento, el fiscal Marcelo Pecci señaló que la investigación determinará en qué circunstancias “salió” dicha arma del depósito de las FF.AA.
La pesquisa se centra sobre la venta ilegal de material bélico. Los celulares incautados que pertenecen a los detenidos serán sometidos a pericia para determinar qué destino tenían exactamente las armas y las municiones.
“Llega a su fase operativa en forma satisfactoria, encontramos varias armas largas, que en cualquier caso pueden ser de uso privativo de fuerzas de seguridad, por lo tanto esto es muy significativo. Una cantidad de proyectiles, chalecos antibalas, partes desarmadas de armas largas, también preparadas para ser ensambladas”, dijo el fiscal Pecci.
Agregó que, “lo que vuelve mucho más delicada la situación” es que los involucrados son dos militares activos y un expolicía. Agregó que los mismos se dedican a sustraer municiones y armas del Ejército para venderlas al crimen organizado de Pedro Juan Caballero.
El procedimiento de la Senad tuvo eco en la prensa internacional brasileña, donde se destacaba el destino del arsenal.