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El caso se inició el sábado a las 09:00, cuando tres hombres tomaron por asalto el establecimiento rural situado en la compañía Oro Verde de la colonia Tembiaporenda, que queda a 40 kilómetros del centro de Tavaí, y a solo 15 kilómetros de Doctor Raúl Peña.
El capataz de la finca, quien fue tomado de rehén, relató a la Policía que los delincuentes le dijeron que el problema no era con él, sino con el patrón, Luis Carlos Tamiozzo (61 años), a quien de hecho esperaron hasta las 13:00, cuando este llegó al lugar desde su casa de Raúl Peña a bordo de su camioneta Mitusbishi L200.
Tamiozzo fue dominado también por los criminales, quienes a golpes le exigieron el pago de 50.000 dólares. El brasileño les dijo que no tenía dicha suma, pero que podría conseguir un financiamiento, según el testimonio del otro cautivo.
Durante las negociaciones, el capataz escuchó que se efectuaron varios disparos, para tratar de presionar a su patrón. Pero al no obtener el dinero, los maleantes le cubrieron la cabeza al brasileño y lo alzaron a su camioneta, a la que también obligaron a subir al capataz.
Al cabo de unos kilómetros, ya en plena fuga hacia el centro de Tavaí, el capataz fue abandonado por los delincuentes, bajo amenazas de que no contara lo que estaba pasando.
El empleado también llegó a ver a uno de los secuestradores bajar de la camioneta y subir a una motocicleta que por lo visto la habían dejado escondida en medio de un maizal. El capataz llegó de nuevo al establecimiento y, aparentemente por el susto, se encerró dentro de la pieza principal.
El caso trascendió recién cuando una de las hijas de Luis Carloz Tamiozzo hizo la denuncia en la comisaría de la colonia Naranjito, distrito de San Rafael del Paraná, que se halla a 40 kilómetros de distancia.
Aparentemente, las hijas del brasileño debían ir a visitarlo en su establecimiento ese día, pero se percataron de que algo andaba mal cuando no contestaba su celular.
Al menos hasta anoche, el brasileño no había aparecido, tampoco su camioneta.
Como su establecimiento es de mediano porte y básicamente se dedica a la agricultura a regular escala, la Policía no cree que el trasfondo real sea solo extorsivo, porque los delincuentes sabían de la limitada capacidad económica de su víctima.
Al cierre de esta edición se supo que los asaltantes reclamaron un pago de US$ 50.000 para liberar al agricultor.