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Un grupo armado presuntamente perteneciente al EPP irrumpió anoche en la estancia Jaguary, ubicada en la localidad del mismo nombre y que pertenece al exgobernador Paulino Mendoza Espínola, donde quemaron la casa patronal, una topadora, tres tractores y una camioneta. Hasta el cierre de nuestra edición no se tenían datos de si los atacantes dejaron algún panfleto o si hubo heridos.
Recién esta mañana efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), así como de Investigaciones de Amambay, de Antisecuestro, de Criminalística y del Ministerio Público, acudirán al lugar de los hechos para recabar mayores datos.
Reaparición
COLONIA HERMINIO MENDOZA, departamento de Concepción (Aldo Javier Rojas, corresponsal). El fiscal Carlo Magno II Alvarenga y personal de la FTC fueron ayer a la estancia Yukeri, ubicada en esta colonia del distrito de Yby Yaú, en el límite de Concepción con Amambay y a pocos kilómetros de la estancia Jaguary, también atacada, para observar los vestigios del ataque sufrido ahí el viernes.
A priori, por las características de los daños, todo indica que se trataría de una acción del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), cuyos miembros estuvieron inactivos desde los últimos meses del año 2019.
Ante la quema de cuatro tractores ocurrida a las 13:30 del viernes, a unos 9,5 kilómetros del casco principal del establecimiento, Alvarenga indicó que tomaron las respectivas declaraciones a los trabajadores afectados por el ataque, Rigoberto Rojas Medina (38 años), Diego Marcelo Paredes (34), César Cubilla Martínez (30) y Pablino Benítez Cabrera (41).
Según lo manifestado por ellos, estaban trabajando cuando fueron sorprendidos por tres hombres, dos de ellos con vestimenta verde olivo y uno con ropa camuflada. Todos tenían sus rostros cubiertos con una pañoleta, que solo dejaba entrever sus ojos, y portaban armas largas automáticas.
Uno de los trabajadores mencionó que “una de las personas que los habían capturado entraba y salía de la zona boscosa cerca de donde estaban trabajando, como si estuviese recibiendo instrucciones”, expuso el fiscal.
Posteriormente, los tres desconocidos los sacaron de la zona donde trabajaban y les ordenaron colocar los tractores en fila, que recojan sus pertenencias, para después prenderles fuego a las máquinas.
Antes de dejar el lugar, los maleantes manifestaron a los tractoristas que en una irrupción anterior ya dejaron amenazas, pero los trabajadores dijeron que desconocían tal situación.
Finalmente, los empleados fueron liberados, a las 16:30, pero no antes de que los delincuentes les entregaran un panfleto cuyo contenido aún no se dio a conocer, el cual será analizado y peritado, según las manifestaciones del fiscal Carlo Magno II Alvarenga.