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Maldonado dijo que el viernes 17 de abril, tras la desaparición de Juliette, una comitiva fiscal y policial, con canes, se constituyó en un inmueble del barrio ecológico Valle Tucán, ubicado a 2.000 metros del casco urbano de Emboscada (Cordillera), donde vivían Lilian Zapata, su entonces marido francés Sthephane Le Droumaguet, junto con Juliette y su otra hija de 10 años.
También se verificó un dúplex al que fueron a vivir madre e hijas, luego de que el francés las dejó para ir a Europa.
Al inicio de la cuarentena ambas se mudaron al inmueble de 29 hectáreas en la compañía Isla Alta, para vivir con el alemán Reiner Helmut Oberüber, al inicio de la cuarentena.
El lunes de noche el equipo fue a estos sitios nuevamente, pero ya con agentes de Criminalística, recogieron muestras hematológicos de un calzado deportivo del alemán, una sábana, toalla y alfombra. Igualmente fueron al dúplex, que ahora alquila un socio comercial de Reiner, donde se hallaron rastros de sangre, pero el extranjero dijo que fue producto de una herida pasada.
En otro momento el fiscal Maldonado declaró que no sabe cuándo se tendrán los resultados de las pruebas, pero serán cruciales para definir la investigación.
Por otra parte, las personas que tuvieron a su cuidado a Juliette declararon ante fiscalía e indicaron que en el trato, el padrastro era poco cordial con la niña, mientras que la madre, la descuidaba en ocasione.
El jefe del departamento de Investigación de Homicidios, comisario Sergio Insfrán, manifestó que para la policía el secuestro está descartado, ya que en los días que transcurrieron, nadie se comunicó para solicitar algún tipo de pago por la niña Juliette.