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La fiscala Luciana Ramos imputó por feminicidio a Cebastián Ramírez Navarro, de 30 años de edad, quien trabajaba como chofer de un colectivo interno de la ciudad de Mariano Roque Alonso.
El hombre ultimó el miércoles, a las 16:10, con una escopeta calibre 12, a su exmujer Elvira Fernández Olguín, quien este 29 de marzo debía cumplir 24 años.
Cebastián y Elvira tienen un hijo de seis años, y estaban separados hace tres años. La mujer deja otro hijo, de un año y medio, producto de otra relación.
Como cómplice de homicidio y por violación de la ley de armas, fue procesado el policía retirado Isidro López Real, de 47 años, dueño de la escopeta usada por el chofer y quien, de hecho, fue quien transportó en su camioneta al feminicida hasta el lugar del crimen, en el barrio Villa Margarita de Mariano Roque Alonso.
Isidro alegó ayer en su declaración que no sabía que Cebastián cometería el asesinato, ya que supuestamente le dijo momentos antes que quería comprar su escopeta para entregársela, a su vez, al capataz de la estancia de su patrón.
No denunció por el calor
La fiscala Ramos reveló que un día antes del asesinato, Cebastián ya había intentado estrangular a Elvira, al visitarla en su casa. Al día siguiente, es decir, el miércoles último, el hombre regresó al lugar y advirtió a la madre de su hijo que la mataría.
Con esta nueva amenaza, Elvira fue convencida por sus familiares de que radicaran la denuncia, pero no llegaron a acudir a la comisaría 10ª de Mariano Roque Alonso porque hacía mucho calor a esa hora.
La mujer tenía pensado ir a la comisaría a la tardecita, pero terminó muerta momentos antes.
Una embarazada
Según los datos, Cebastián Ramírez Navarro llegó a la casa de Elvira Fernández Olguín y entró por la parte trasera. Elvira, al ver al padre de uno de sus hijos con la escopeta en la mano, asumió que sería atacada, por lo que, desesperada, trató de cubrirse detrás de su prima embarazada.
Cebastián le advirtió a la embarazada de que si no se apartaba, también la mataría a ella. Incluso llegó a hacer un disparo contra el suelo.
“¿Querés que te dispare en la panza o en la cabeza?”, le llegó a preguntar Cebastián a Elvira antes de volarle la cabeza con otro disparo.
Tras acabar con su exmujer, Cebastián subió a la camioneta del policía retirado y le contó lo que hizo. Isidro López Real trató de convencer por las buenas a Cebastián que se entregara, pero este amenazó con suicidarse. Finalmente, Isidro redujo a Cebastián y llamó a la Policía. El policía retirado, sin embargo, también quedó detenido, al igual que el homicida.