Procesado por crimen de niña nativa confiesa que la drogó y abusó de ella

El detenido e imputado por el asesinato de la niña indígena Francisca (12), Lino Gustavo Amarilla Martínez (22), reconoció que junto a dos personas, ya identificadas, drogaron, abusaron y por último mataron a la pequeña. El líder de la comunidad solicitó, el 15 de febrero, al Indi volver a Curuguaty.

Lino Gustavo Amarilla Martínez llega esposado a la comisaría 15ª de Asunción, tras ser detenido en la Terminal de Ómnibus de la capital.
Lino Gustavo Amarilla Martínez llega esposado a la comisaría 15ª de Asunción, tras ser detenido en la Terminal de Ómnibus de la capital.

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El joven perteneciente a la parcialidad Mbya Guaraní, Lino Gustavo Amarilla Martínez, conocido como Lino’i y oriundo de Caazapá, fue detenido al filo de la tarde del martes último, en una zona boscosa detrás de la Terminal de Ómnibus de Asunción.

El principal sospechoso en el asesinato de Francisca (12), cuyo cuerpo fue hallado en una mochila el 24 de febrero pasado, fue presentado ante la fiscala Rosa Noguera ayer a la mañana.

Antes de que ingrese para su audiencia indagatoria, consultado por la prensa sobre el motivo por el cual habría matado a la niña, respondió (en guaraní) que “por droga le matamos, por consumir droga”.

Añadió “entre tres estábamos. Todos hombres. Nosotros nos apartamos de ella, pero se fue otra vez junto a nosotros”. Luego dijo “Kurépa nos vendía chespi (crack), él andaba con nosotros, y él le dio cocaína”, después “le violamos (...) le matamos con cuchillo. Kurépa hizo eso. Kurépa le clavó”. Pero en la autopsia no se halló una herida cortante.

Amarilla indicó que luego del crimen, ambos escaparon a Caazapá y volvieron hace unos días.

Imputado

Pese a lo que dijo a la prensa, Lino se abstuvo de declarar ante la fiscala que investiga el caso, quien lo imputó por homicidio doloso y solicitó al juzgado de turno su prisión preventiva.

También emitió orden de detención contra el ciudadano argentino “Kurépa” y otro hombre más que habría participado en el crimen, un tal “Ka’i”.

Sobre el supuesto abuso sexual, la patóloga que hizo el examen anatómico no pudo comprobar tal hecho, debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo de la niña.

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