Un detenido confiesa haber raptado y asesinado a una niña de siete años

Un joven de 25 años fue aprehendido en una serie de allanamientos de investigación y confesó que fue él quien raptó a una niña de 7 años, la estranguló y luego se deshizo del cuerpo, supuestamente como parte de un ritual satánico, en el distrito de Minga Guazú.

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MINGA GUAZÚ (de nuestra Redacción regional). La niña Naidelin (7) fue raptada el sábado a las 18:20, según el reporte que recibió la Policía, en el barrio Kavure’i de este distrito del departamento de Alto Paraná. La pequeña se encontraba en la calle cerca de su domicilio, cuando dos hombres la tomaron por la fuerza y la subieron a un automóvil de la marca Toyota Premio azul, sin chapa, en el que escaparon del lugar.

El hecho ocurrió en una zona de poca población, a unos tres kilómetros de la Ruta PY02.

Ayer fueron detenidos tres sospechosos, una mujer entre ellos, durante una serie de allanamientos y rastrillajes por la zona que efectuaron agentes del Ministerio Público, a cargo de la fiscala Vanessa Candia, y de la Policía Nacional.

Los detenidos fueron identificados como Héctor Eduardo Martínez Núñez (25), su madre Limpia Concepción Núñez Goiburú y Elvio Ovidio Cardozo Cristaldo (32). El primero de ellos confesó ante los intervinientes que él mató a la niña y luego arrojó su cuerpo al cauce del río Monday. En un allanamiento a su casa, ubicada en el kilómetro 23 de Minga Guazú, fue confiscado el coche Toyota azul que habría sido utilizado para raptar a la niña.

Martínez Núñez declaró que mató a la criatura y luego arrojó el cuerpo al río Monday. “La maté y ahora estoy salvado”, habría dicho Martínez Núñez, dando a entender que se trató de un ritual satánico.

Sin embargo, mientras se hacía la búsqueda con buzos durante la mañana de ayer, una comitiva halló un cuerpo totalmente calcinado, aparentemente de un niño, en una zona boscosa en el lugar denominado Calle 26 Monday, a 15 kilómetros de la ruta Internacional y del casco urbano de Minga Guazú.

No hay certeza

La fiscala Vanessa Candia manifestó que no se pudo confirmar ni descartar si se trata o no de la niña Naidelin. Por su parte, el médico forense Eduardo Cano declaró que los restos óseos están incompletos debido a la quema total de algunas de las partes.

El esqueleto mide unos 1,35 centímetros, indicó Cano. Manifestó que la causa de muerte no se pudo determinar, tampoco el sexo ni la edad y menos si la muerte habría sido causada por algún objeto.

El doctor expresó además que debido al estado de calcinación que presenta el cadáver no se pudo determinar aún si se trata o no de la niña, por lo que se extrajeron muestras dentarias y otras para el análisis correspondiente, de modo de confirmar si se trataría de la pequeña o no. Los restos fueron enviados al laboratorio forense.

Supuesta venganza

Desde un principio se manejó la hipótesis de que el principal sospechoso del horrendo crimen cometió el hecho como parte de un ritual satánico, pero la policía analiza otra versión.

El ahora detenido, Héctor Martínez, había mantenido una relación sentimental, que duró unos dos años, con la hermana de la mamá de la pequeña víctima Naidelin.

Hace poco menos de un mes, la joven dio por terminada la relación con Héctor debido a los constantes maltratos físicos y hechos de violencia de los que era víctima por parte de su pareja, según trascendió.

Incluso, el sábado Martínez fue notificado sobre una orden judicial de alejamiento que impulsó la mujer. En respuesta a esta acción, aparentemente Héctor juró venganza, según la versión.

Por otra parte, en las redes sociales comenzó a circular desde la tarde de ayer un video, supuestamente realizado por personas privadas de su libertad de la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este, en el que advierten a Héctor Martínez que a su llegada “no va a ser un niño al que se va tener que enfrentar”.

En la filmación se puede observar que son dos hombres con el rostro cubierto con remeras y armas blancas de fabricación casera en las manos, quienes lanzan las amenazas.

Pedido de revisión

Anoche se presentó en la Dirección de Policía de Alto Paraná la abogada Georgina Cáceres, del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, quien exigió ver y examinar físicamente a Héctor, ya que recibieron una denuncia por supuesta tortura contra él de parte de policías. Pero como no contaba con ningún mandato judicial, tal petición le fue denegada por los agentes.

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