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El juez Humberto Otazú elevó ayer a juicio oral la causa contra Justo Cárdenas, acusado por enriquecimiento ilícito de más de G. 2.600 millones; y sus tres hijos, quienes supuestamente se prestaron para esconder los bienes de su padre cuando tenían entre 19 y 23 años.
En la acusación fiscal, las agentes Josefina Aghemo y Sussy Riquelme indican que el expresidente del Indert adquirió inmuebles, acciones y vehículos por más de 8.000 millones de guaraníes, de los cuales no puede justificar unos G. 2.600 millones.
El caso
El 23 de noviembre del año pasado Justo Cárdenas fue imputado por la Fiscalía luego de que una investigación demostró que existía un monto de G. 2.644 millones que no podría justificar y se sospechara que provenía de fuentes ilícitas.
Entre los años 2008 y 2018, el extitular del Indert tuvo un ingreso de G. 5.364.894.000, pero sus egresos fueron por un monto de 8.009.595.082 guaraníes.
También llama la atención las compras de vehículos que hizo la familia de Cárdenas. Solo en vehículos gastaron 1.114 millones de guaraníes, mientras que en inmuebles otros G. 1.292 millones, en los últimos años.
Además, solamente en compra de acciones en la Agroindustrial Ganadera JPC, Cárdenas junto con sus hijos tienen invertidos 3.050 millones de guaraníes.
Incluso, hasta la difunta madre del exfuncionario aparece como accionista de la compañía. Cárdenas quiso levantar los embargos sobre sus bienes, pero no logró que prospere su intención.
Críticas a la Fiscalía
En reiteradas ocasiones Justo Cárdenas cuestionó el trabajo de la fiscal Natalia Fuster, que investigó el caso, y calificó como “pobre, sin rigor técnico y académico”. Lamentó también que por un “error de G. 3.700 millones”, haya tenido que cumplir una prisión preventiva de más de 8 meses. “Alguien tiene que hacerse cargo del gran daño que me han causado”, dijo.
Pasó en prisión más de 8 meses
El 14 de agosto, el juez Humberto Otazú decretó el arresto domiciliario para Justo Cárdenas, luego de que el Tribunal de Apelación en lo Penal, Cuarta Sala, dispusiera su salida de la cárcel de Tacumbú.
El extitular del Indert estuvo en prisión desde diciembre del 2018; es decir, más de ocho meses.
El acusado por enriquecimiento tiene prohibido salir del país y cambiar de domicilio sin dar aviso al juez.