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La profesional, madre de 3 hijos, fue ultimada a golpes el 17 de diciembre del 2017, en su casa en el barrio Mburucuyá. Su esposo, Gerardo Stadecker Brom, dijo al principio que encontró a la víctima tirada en el vestidor de la casa vomitando sangre, de manera de presentar el caso como una muerte por causa natural.
Sin embargo, la autopsia determinó que Sabryna recibió un puñetazo que le provocó la rotura de la aurícula izquierda del corazón, rastros de fracturas en el cuello y otros indicios de que la profesional fue estrangulada.
El 20 de diciembre del año pasado el fiscal Yoan Paul López acusó a Stadecker por feminicidio y solicitó juicio oral.
En la causa, a cargo de la jueza Alicia Pedrozo, ahora está pendiente de realización la audiencia preliminar, pero el proceso no avanza debido a las chicanas promovidas por la defensa.
Actualmente, el expediente está en la Sala Penal de la Corte Suprema, para estudiar una nueva recusación presentada por la defensa contra los tres miembros del Tribunal de Apelación 3ª sala, cuando estos iban a resolver la recusación contra la jueza.
Esa cadena de recusaciones ya se había planteado en marzo con el mismo motivo y en idénticas condiciones y llegó hasta la Corte. Una vez rechazadas las recusaciones y destrabado el caso, cuando Pedrozo iba a realizar la preliminar empezó de nuevo el “ciclo” de chicanas.