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López lo reconoció a Bower pese a estar vendado porque su voz era “inconfundible”, declaró ayer en el juicio por torturas. Agregó que uno de los métodos de tortura fueron los golpes en la planta de los pies.
Pero antes de ser torturado en la Marina, dijo que fue objeto de brutal golpiza, en la sede de la comisaría 11, por parte de sus camaradas.
“Me atan las manos, me vendan los ojos, me rompen el uniforme, tenía los brazos atados atrás, me hacen arrodillar y luego acostar boca para abajo y levantar los pies, para los golpes. Desde las 8:30 estuve así hasta el mediodía y no puedo precisar (la cantidad), pero fueron demasiados. Primero era Osvaldo Vera y luego Merardo Palacios, que era el mas violento”, indicó al recordar lo ocurrido en la noche del 19 de mayo, horas después de que se controló un intento de golpe contra el gobierno de Luis González Macchi.
Los golpes, según la víctima se daban por cada pregunta que no contestaba porque los torturadores insistían en que delate a los “financistas” del intento de golpe.
López relató que el comisario entonces procesado Basilio Pavón (fallecido), le ofreció G. 20 millones para que desista de la denuncia en su contra. Hubo audios de este intento de soborno, pero las pruebas desaparecieron.
López explicó que en la noche del 21 de mayo de ese año fue llevado hasta la sede de la Marina.
Allí nuevamente fue víctima de tortura, esta vez junto al comisario principal Alfredo Cáceres, sindicado como cabecilla del golpe.
López refirió que la “sesión” fue dirigida por el entonces ministro Bower.