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Los padres y abuela de Renato, el niño de 2 años que falleció el martes 20 de agosto por presunta negligencia médica, declararon ayer ante el fiscal Óscar Delfino.
Los familiares ratificaron que el hospital no contaba con los elementos para socorrer al niño y que la sala de Urgencia del Migone se encontraba rebasada en su capacidad, fue lo que indicó el abogado denunciante Julio Godoy.
Este indicó que afortunadamente se tiene el video de circuito cerrado en el que se va a corroborar la denuncia sobre las carencias de elementos e insumos que eran necesarios para dar pronta asistencia al niño, que llegó caminando al sanatorio por un cuadro gripal pero por alguna razón falleció. Agregó que el hecho debe ser aclarado.
Además del circuito cerrado, están los testigos que estaban en Urgencias que van a relatar la verdad para aclarar la muerte de Renato.
“No funcionó el botón de código rojo, no había un pediatra de guardia, al final el niño fue asistido por un cardiólogo que, según los padres, les dijo que iba a intentar hacer todo lo posible para salvar a su hijo”, dijo el abogado.
Godoy al igual que la abuela paterna, Carmen Romero, dijeron que bajo engaños se realizó una primera autopsia clínica en el sanatorio. Le hicieron creer que se trataba de la Fiscalía. “Al darnos cuenta de que la autopsia no era de la Fiscalía, hicimos la denuncia en el Ministerio Público, porque se debe aclarar cuál fue la causa de la muerte y si se pudo evitar el fallecimiento. Los padres merecen saber lo que ocurrió”, refirió.
El lunes próximo la Fiscalía tomará otras declaraciones testificales a más familiares del niño fallecido.
Denunciaron negligente atención en Urgencias
Según la denuncia de los familiares, la madre del niño pidió a los gritos la atención en Urgencias cuando se percató de la dificultad para respirar y que presuntamente se estaba ahogando en su vómito. La respuesta fue demasiado pasible debido a que una doctora se negó a atenderlo porque no era pediatra. “Otro médico, que tampoco era pediatra, pidió tubo para realizar intubación pero no había el pediátrico; también pidió dosis de adrenalina pero había solo en la farmacia; y finalmente una aspiradora para sacar flemas de la garganta, que tampoco había”, indicó el abogado Juan Martín Barba.