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Primero dijeron que para intervenir necesitaban de una denuncia presentada en mesa de entrada, aunque luego se animaron a actuar de oficio y fueron hasta el barrio Remansito de Villa Hayes donde se encuentra la isla y el brazo del río Paraguay. La Secretaría del Ambiente (Seam) corroboró que efectivamente el cauce hídrico estaba cercado con un cartel que decía “propiedad privada”.
El procedimiento estuvo a cargo de la directora de Fiscalización, Mariana López, quien aclaró que ellos solamente se ocupan de la parte del impacto ambiental, sin importar quién finalmente es el titular de la propiedad.
López estuvo acompañada por funcionarios del departamento de Recursos Hídricos y reiteró que no existe una denuncia formal, pero sí una carpeta técnica presentada por el que compró la isla y el cauce hídrico de la Municipalidad de Villa Hayes, Guillermo Talavera Gustale, la cual deberá ser evaluada en la Dirección General de Control y sujeto a una posterior verificación, dependiendo de lo que haya planteado en el pedido de licencia.
Los fiscalizadores realizaron el recorrido de unos 700 metros del recodo del brazo del río Paraguay. En una parte encontraron un taponamiento natural con una cobertura vegetal, sin movimiento de tierra y que, según los técnicos, sería a consecuencia de la propia correntada o del movimiento natural. Es por ello que en estos momentos el cauce está relativamente seco al inicio de su curso, pero avanzando se puede observar aún la cantidad de agua que circula y desemboca en el canal principal del río.
La jefa de Fiscalización dijo que no encontraron máquinas ni gente trabajando en remoción de suelo, lo que sí encontraron fue personal de Talavera realizando limpieza del campo.
Talavera llegó hasta su “propiedad” para acompañar a los técnicos y dar su versión, además de firmar el acta de verificación. “Nos vamos a centrar en lo que diga la carpeta técnica y dependiendo de lo declarado y lo que diga el consultor ambiental, nosotros vamos a tomar una decisión para ver que está bien o está mal de lo que plantean”, declaró.
Esta isla fue vendida por la Municipalidad a cargo del intendente colorado Ricardo Núñez, a la secretaria general de la Opaci, Claudine Rojas Arévalos, quien pagó G. 26 millones el pasado 30 de diciembre.
Luego, cuatro meses después, la mujer vendió a Talavera Gustale en G. 536 millones. También figura en Registros Públicos, que Núñez vendió el cauce hídrico al mismo señor por una suma desconocida.