“Wunderwuzzi” asume conducción de Austria

Con apenas 31 años, el derechista Sebastian Kurz se convirtió en el jefe de gobierno más joven del mundo. El “Wunderwuzzi” (niño prodigio) de la política austríaca fue investido a la cabeza de una coalición formada por su partido demócrata cristiano y los conservadores.

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GRAZ, Austria (AFP). Kurz se convierte en el premier austríaco y en el dirigente más joven del mundo, ocho meses después de haber tomado las riendas de su partido el demócrata cristiano ÖVP, al que condujo a la victoria en las legislativas de octubre. 

Nacido el 2 de agosto de 1986 en Viena, hijo de un padre técnico y una madre profesora, Sebastián tiene, pese a su juventud, un notable recorrido político. 

Desde que en mayo se puso a la cabeza de su alicaído partido conservador ÖVP y acabó con diez años de gran coalición con la izquierda, Kurz camina a pasos firmes, con su rostro de adolescente y una insolente popularidad. 

Antiguo líder de las juventudes del partido, combina una imagen de modernidad y un discurso de firmeza respecto a la inmigración. 

A los 25 años fue nombrado secretario de Estado de Integración; y con 27 ya era Ministro de Exteriores. Desde el pasado julio es presidente del PP. 

Su experiencia laboral en el sector privado es mínima y no terminó sus estudios de Derecho. 

En una Austria próspera pero sumida en una crisis migratoria, Kurz, ministro de Relaciones Exteriores desde 2013, fue uno de los primeros responsables europeos en criticar la política de acogida de la canciller alemana Angela Merkel. 

Su ascenso es comparado con el del político ultraconservador Jörg Haider hace veinte años. Haider, líder nacionalista encabezó un FPÖ moribundo y lo convirtió en el segundo partido del país, permitiéndole entrar en el gobierno del canciller conservador Wolfgang Schlüssel en 2000. 

El joven primer ministro es favorable a seguir en la Unión Europea (UE).

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