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“Por el momento, hemos registrado 39 muertos y 30 heridos graves”, dijo Joseph Kwaji, portavoz de la policía estatal. De acuerdo a una fuente humanitaria, bajo condición de anonimato, los enfrentamientos tuvieron lugar en el pueblo de Wukari, a unos 200 kilómetros de la capital estatal Jalingo.
El portavoz gubernamental Kefas Sule, citado por el rotativo nigeriano, indicó que la cifra podría variar ya que las fuerzas de seguridad locales, desplegadas tras el brote de violencia, continúan rastreando la zona en busca de cuerpos. Después del suceso, la autoridades impusieron un toque de queda de 24 horas en la ciudad, ya en calma, que se levantó hoy después de llevarse a cabo varias operaciones de seguridad.
Los enfrentamientos ocurrieron cuando un grupo de la etnia Jukun, mayoritariamente cristianos, atravesaron en un cortejo fúnebre un barrio poblado en su mayoría por musulmanes no Jukun.
Según testigos, los Jukun cantaron canciones ofensivas que hicieron enfadar a los no Jukun, a los que se considera “colonos” en Wukari, una localidad predominantemente cristiana. Este hecho ocasionó choques entre ambas comunidades que terminaron con disparos y varios edificios arrasados. La ciudad vive un estado de tensión desde el pasado mes de febrero, cuando una disputa entre cristianos y musulmanes por el uso de un campo de fútbol desembocó en acciones violentas que provocaron numerosas muertes.