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CARACAS (EFE, ANSA).El jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB (Ceofanb), general Vladimir Padrino, destacó que se trata de “sistemas de armas de última tecnología, pero son sistemas de armas para la paz, y sobre todo para garantizar nuestra independencia nacional”, dijo.
Padrino destacó en una declaración pública la prueba de “los sistemas de armas de reciente adquisición y de fabricación rusa, especialmente poniendo en evidencia y comprobando el funcionamiento, la capacidad y la tecnología” de los lanzacohetes múltiples autopropulsados de 300 milímetros.
El rango de este tipo de lanzacohetes es de 90 kilómetros, lo cual, señaló el jefe del Ceofanb, garantiza “continuo y oportuno apoyo de fuego a las unidades de maniobra” para “destruir, neutralizar o aniquilar” cualquier blanco.
Los ensayos incluyeron, entre otros, los sistemas de artillería autopropulsada con lanzacohetes BM-21 Grad (granizo), con calibre de 122 milímetros, o el BM-30 Smerch (tornado), con calibre de 300 milímetros y alcance de hasta 90 kilómetros.
Venezuela mantiene una intensa cooperación en materia de defensa con Rusia, donde ha adquirido carros de combate T-72B1, las lanzaderas de cohetes de bocas múltiples “Smerch” y “Grad” y sistemas de defensa antiaérea S-300.
Más de 11.000 millones de dólares en armas
La corporación estatal rusa para la exportación de armamento, Rosoboronexport, reveló ya en abril del año 2011 en Moscú que Venezuela había comprado unos 11.000 millones de dólares en armas a Rusia, en cinco años.
“Una parte de los contratos que han sido firmados con Venezuela ya han sido realizados y otros aún se encuentran en fase de cumplimiento”, había señalado en ese entonces a la agencia de noticias Interfax el jefe del departamento latinoamericano Rosoboronexport, Serguéi Ladiguin.
Asimismo, Venezuela, en los últimos años, ha efectuado compras militares de países como Bielorrusia y China.
El iniciador de las grandes adquisiciones de armas en Venezuela fue el expresidente Hugo Chávez, quien había declarado que el Gobierno seguiría comprando armas a Rusia y otros países para “defender la sagrada soberanía”.