La delegación vaticana que organizará el viaje papal partirá regularmente la semana próxima, como estaba previsto, pese a la huelga de diplomáticos israelíes que se vive actualmente en ese país.
La Santa Sede sigue los preparativos del viaje de Francisco a Tierra Santa, evidentemente confiando en que para mayo la huelga de diplomáticos israelíes haya concluido.
El viaje del Papa “sigue como lo comunicó la Santa Sede”, dijo a Radio Vaticano el vocero Federico Lombardi.
Por su parte, previamente, una fuente del Ministerio israelí de Exteriores, Ygal Palmor, había dicho a ANSA que el viaje del Papa “pendía de un hilo” y había expresado “pesimismo”.
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Sin embargo, el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, reiteró ayer que “va todo como estaba previsto: este viaje se hará, y se hará según el programa ya establecido”.
“No tengo noticias de que haya cambios. Ciertamente, la noticia suscitó alguna aprensión, digamos alguna idea de que incluso podía no darse el viaje, pero habrá viaje”, agregó.
Debido a la huelga en curso, los diplomáticos israelíes no están garantizando su asistencia en el caso de visitas de delegaciones extranjeras ni de viajes a Israel, y no conceden más visados.
El propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue afectado por la medida de fuerza durante la última visita que realizó a Estados Unidos, donde a su llegada no estaban esperándolo ni diplomáticos ni enviados de su países.